En lo que va del año, más de 16 sistemas de vigilancia han sido desactivados en zonas donde prevalecen el narcomenudeo y la extorsión.
Tegucigalpa, 19 de diciembre de 2024-La Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO) continúa desarrollando operativos dirigidos a la neutralización y reducción de la criminalidad, como parte de las estrategias contempladas en el Plan Solución Contra el Crimen, impulsado por la Policía Nacional en todo el país.
Entre estas acciones, se destaca la identificación y desmantelamiento de sistemas de cámaras de vigilancia instalados y operados por grupos delictivos en barrios y colonias de las principales ciudades.
Según las autoridades de la DIPAMPCO, estos sistemas de vigilancia son de alta tecnología y han sido estratégicamente colocados por organizaciones criminales en corredores donde se registran actividades ilícitas como microtráfico y extorsión. Estos dispositivos les otorgan una ventaja operativa frente a las intervenciones policiales, ya que permiten monitorear las acciones de las autoridades en tiempo real.
Las cámaras suelen ser instaladas en postes de alumbrado público o puntos estratégicos que maximizan su cobertura y efectividad. En lo que va de 2024, la DIPAMPCO ha desmantelado más de 16 de estos sistemas en la capital, en sectores como la colonia Villanueva, El Pedregal, El Hato, La Nueva Esperanza y Los Laureles, entre otros.
En San Pedro Sula, las operaciones han alcanzado sectores como Choloma, Rivera Hernández, López Arellano y La Planeta, donde las estructuras criminales también habían implementado sistemas de vigilancia clandestinos.
De manera alarmante, en algunos casos estos dispositivos han sido instalados frente a instalaciones policiales, incluyendo sedes de inteligencia y unidades de la propia DIPAMPCO, demostrando la audacia y sofisticación de estas organizaciones.
Las autoridades destacan que esta modalidad refleja la evolución de los grupos criminales, quienes aprovechan avances tecnológicos para intentar ganar ventaja sobre las fuerzas de seguridad. Los sistemas, monitoreados en tiempo real desde cualquier parte del mundo, representan un desafío adicional para la labor policial.