
Kervin Arriaga inicia una nueva etapa en su carrera profesional al unirse al Levante, impulsado por su fe, el apoyo de su familia y su deseo de superarse. El mediocampista hondureño expresó su agradecimiento por la oportunidad y reveló que eligió al club por su proyecto serio y con valores, a pesar de haber recibido otras ofertas. Su decisión fue tomada en familia, convencidos de que este era el camino correcto.
Desde su llegada, Arriaga ha sido recibido con calidez por un vestuario que describe como una verdadera familia, lo que le ha dado aún más motivación para afrontar este nuevo reto. Destaca la unión y compromiso del grupo como una señal positiva de lo que le espera en el club. Para él, el ambiente humano es tan importante como el deportivo.
Más allá del terreno de juego, Arriaga tiene claro que su meta es crecer, aprender y darlo todo por el escudo del Levante. Conocido como “El Misilito” por su potente disparo y una anécdota familiar, promete entrega total y trabajo incansable. Su mensaje a la afición es claro: no promete magia, pero sí esfuerzo, compromiso y pasión por los colores que ahora defiende.






