
El partido de Cristina Kirchner supera por más de 13 puntos a los candidatos ultraderechistas en la elección para legisladores provinciales
Es mala idea en Argentina dar por muerto al peronismo antes de tiempo. Javier Milei ha debido tomar nota este domingo por la noche, muy a su pesar.
El 40% del censo nacional, resultaron en una dura derrota para el presidente ultraderechista. Los resultados oficiales, con el 86% de las mesas escrutadas, otorgan en el conteo general el 47% de los votos al peronismo, reunido en sus variadas versiones en el frente Fuerza Patria, contra el 33,8% de La Libertad Avanza, poco más de 13 puntos de diferencia. No alcanzó al Gobierno nacional ni siquiera la fusión con el Pro, el partido del expresidente Mauricio Macri, reducido ahora a una fuerza minoritaria dentro del armado nacional del partido oficial.
“Hoy hemos tenido una clara derrota y hay que aceptarla”, dijo Milei desde el centro de campaña montado en La Plata, la capital provincial. “Han puesto todo el aparato peronista que manejan desde hace 40 años y este sería el piso para nosotros y el techo para ellos”, agregó, para advertir enseguida que nadie debe esperar grandes cambios: “No se retrocede ni un milímetro en la política del Gobierno, el rumbo lo vamos a acelerar más. Si hemos cometido errores en lo político lo vamos a procesar y lo vamos a hacer mejor para ganar en octubre”.

El resultado de este domingo es una pésima noticia para Milei, que se puso al hombro la campaña de una elección por principio irrelevante, que insistió en nacionalizar y convirtió en el poder en la provincia. “Vamos a poner el último clavo en su ataúd”, repitió durante las últimas semanas. “La Libertad arrasa”, solía decir. A medida que los sondeos dejaban de sonreírle, habló de un “empate técnico”. En la víspera electoral, el mensaje desde la Casa Rosada viró hacia el de una “derrota digna”, menor a cinco puntos, y la convicción de que, cualquiera fuese la diferencia en contra, la ultraderecha sumaría diputados y senadores en el Congreso provincial. La batalla por atender, insistieron, se librará dentro de casi dos meses, el 26 de octubre, cuando los argentinos elegirán senadores y diputados nacionales.