La tranquilidad del Barrio Esquipulas en Villa de San Antonio, Comayagua, se vio interrumpida la tarde del sábado 22 de junio cuando un violento episodio de violencia doméstica puso en alerta a las autoridades locales. La rápida y valerosa intervención de dos policías femeninas, con el apoyo de varios agentes de prevención, culminó en la captura de un agresor, al estilo de una escena de la icónica saga de “Bad Boys”.
A las 13:28 horas del sábado, una llamada al 911 alertó a la Unidad Departamental de Prevención (UDEP) N°3 de un sujeto bajo los efectos del alcohol que estaba agrediendo a su compañera de hogar y que, según testigos, había agredido a otras mujeres anteriormente.
Al arribar al lugar, las policías femeninas encontraron al sospechoso, un guardia de seguridad de 24 años identificado como “Chico Navajas”, quien de inmediato subió al patio de una casa e intentó huir saltando de techo en techo por varias casas del barrio, mientras los vecinos gritaban “¡Agárrenlo! ¡Ese golpea a las mujeres cuando anda bolo!”
En una persecución trepidante que dejó a más de uno sin aliento, el agresor intentó escapar cruzando muros y tejados. Sin embargo, después de cruzar varios techos en su desesperada fuga, calculó mal un salto y cayó sobre el porche de una casa, causándose una pequeña herida en el dedo meñique. No obstante, no logró evadir a las autoridades y fue finalmente reducido por las valientes policías femeninas cuando realizó ese mal cálculo en su último salto. El detenido, trasladado en una patrulla al hospital Santa Teresa para tratar su herida, expresó irónicamente que “ha visto muchas películas de Bad Boys, pero que le da pena haber sido arrestado por mujeres”.
El arresto de “Chico Navajas” no solo representa un logro en la lucha contra la violencia doméstica, sino que también destaca la eficiencia y determinación de las mujeres policías en Comayagua, quienes no dudaron en poner en riesgo su integridad para salvaguardar a la víctima. Este operativo fue captado en video, lo cual refuerza la transparencia de las acciones policiales y protege a las oficiales de futuras acusaciones infundadas de abuso de autoridad.
La comunidad de Villa de San Antonio no solo celebra la detención del agresor, sino que también enfrenta las consecuencias de su huida: varios vecinos han reportado daños en los techos de sus casas. En palabras de un residente, “este tipo de persecuciones son más comunes de lo que pensamos, pero es la primera vez que vemos una en video y que termina con justicia inmediata. Ya era hora de que detuvieran a Chico Navajas”.
La valentía de estas policías femeninas no solo ha puesto fin a un episodio de violencia en la Villa de San Antonio, sino que también ha enviado un poderoso mensaje: en Comayagua, la ley y el orden prevalecerán, sin importar las dificultades del camino.