El acusado utilizaba el nombre del fiscal general Joel Zelaya y de fiscales de la UFERCO para extorsionar a investigados por delitos de corrupción, ofreciéndoles cierres administrativos o en su caso, sobreseimientos en sus causas.
El fiscal general ordenó su captura y aseguró vamos a evidenciar lo que siempre hemos dicho: que hay jueces corruptos indignos de llamarse jueces. Vamos a desenmarañar a más servidores del del poder judicial sentenció.