

TEGUCIGALPA.24-10-2025 — Un conductor de la aplicación Uber y una mujer vinculada a la pandilla 18 fueron capturados por la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO), acusados de dedicarse al delito de extorsión en distintos sectores de la capital.
Las detenciones se realizaron en dos operaciones simultáneas desarrolladas tras un proceso de investigación y seguimiento que las autoridades tenían contra estos dos individuos.
La primera captura tuvo lugar en la colonia Humuya, donde los agentes policiales arrestaron a Jorge Alberto Argeñal Mejía, de 41 años, quien trabajaba como conductor de Uber.
Según las investigaciones, este individuo aprovechaba su trabajo para obtener información personal de sus pasajeros y familiares a quienes posteriormente amenazaba con quitarles la vida si no entregaban dinero exigido producto de la extorsión.
De acuerdo con la DIPAMPCO, Argeñal Mejía se identificaba como miembro de la estructura criminal “ MS13” y conocido con el alias de “El Diablo” quien contactaba a sus víctimas días después de haberles brindado el servicio de transporte.
Los agentes lograron su detención tras un seguimiento técnico y vigilancia, incautándole dinero en efectivo, un teléfono celular y el vehículo marca Suzuki, tipo camioneta, color rojo, utilizado para realizar los recorridos.
“Este sujeto se hacía pasar por integrante de la estructura criminal mara Salvatrucha y, valiéndose de la información personal de sus clientes, los amenazaba para obtener dinero mediante intimidación”, explicó un oficial asignado al caso.
SEGUNDA OPERACIÓN
En una segunda operación, desarrollada en la colonia Villa Nueva, salida al oriente de Tegucigalpa, fue detenida Alejandra Paola Rodríguez Godoy, de 29 años, conocida en el mundo criminal con el alias de “Ale”.
Según los informes policiales, la mujer pertenece a la pandilla 18 y era la encargada de recolectar fuertes sumas de dinero producto del cobro del mal llamado “impuesto de guerra”.
Rodríguez Godoy fue arrestada cuando recibía una cantidad de dinero simulada de 30,000 lempiras, que exigía a una de sus víctimas.
Durante el operativo, la mujer intentó destruir una tablet en la que guardaba información sobre los cobros y contactos de las víctimas, sin embargo, los agentes lograron asegurarlo como evidencia.

Las autoridades detallaron que la sospechosa mantenía bajo amenaza a dueños de pulperías, mercaditos, pequeños negocios y conductores del transporte urbano e interurbano, principalmente en la salida al oriental de la capital y sus alrededores.

Ambos detenidos fueron trasladados bajo custodia a la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), donde se les presentará requerimiento fiscal por el delito de extorsión en perjuicio de testigos protegidos.







