Por Adolfo J. Facussé
Mayo 20, 2024
El problema de la ENEE y, en general, del abastecimiento de energía eléctrica de forma estable, suficiente y a un costo razonable es, desde el punto de vista económico, uno de los más difíciles que ha tenido el país y los distintos gobiernos desde hace muchísimos años.
El sábado 18 de este mes se produjo un apagón general en toda la República. Antes, nos hubiéramos podido interconectar rápidamente con Guatemala, pero eso no fue posible en esta oportunidad. El sistema eléctrico es muy inestable en Honduras y, al conectarnos a Guatemala haríamos el sistema Honduras-Guatemala inestable también. Los guatemaltecos, que han logrado implantar un sistema eficiente y económico desde hace tiempo, no aceptan ponerlo a riesgo interconectándose con nosotros.
Por que es muy inestable el sistema energético en Honduras? Pues es cuestión tan sencilla como que, desde hace muchos años, la ENEE no invierte ni un centavo en mejorar los sistemas de transmisión y distribución y, como dicen los ingenieros eléctricos, “se pasa cayendo el sistema”. Esa es la razón de frecuentes apagones en Honduras.
Como podríamos evitar eso? Pues invirtiendo, pero el Gobierno no tiene recursos suficientes; dice que ya está sumamente comprometido cubriendo las enormes pérdidas que tiene la ENEE año tras año.
Lo curioso es que, por no hacer dichas inversiones, la ENEE ha estado perdiendo casi un 40% de la energía eléctrica que produce y adquiere, para luego transmitirla y distribuirla a todo el pais. Los gobiernos, por alguna extraña razón, han preferido seguir pagando las cuantiosas pérdidas, que invertir para evitar que se siga perdiendo en primer lugar.
Hay muchas razones para las perdidas, entre ellas, el mas importante es el recalentamiento de los tendidos de cables eléctricos que ya no aguantan la carga. Igual sucede con los bancos de transformadores. Asimismo, ya no se instalan contadores en los lugares de consumo de la población con menos recursos. Es mas, el consumo abajo de cierto monto, es ahora gratuito. Bien. Pero sucede que allí también se instalan actividades que consumen altas cantidades de energía. pero no la pagan. Por supuesto, tambien hay robo, conexiones ilegales, etc. pero la ENEE ya no supervisa como hacia antes. Por el lado positivo, ahora es común el uso de focos ahorrativos, después de las campañas durante la presidencia de Manuel Zelaya Rosales. La tasa de pérdidas del 40%, sin embargo, es exagerada y una causa principal del problema.
El suministro de energía es, básicamente, un monopolio natural, es decir, una actividad que se presta muy poco a la competencia. Si la energía que vende la ENEE es muy cara, por ejemplo, uno no puede conectarse fácilmente a los cables de otro suplidor que venda mas barato. Solo hay una instalación de cables.
A medida que se extendió la practica del neoliberalismo a partir del gobierno de Rafael Callejas, se abandono la planificación y la ENEE ya no estuvo a cargo de estimar la curva de la demanda, hacer los estudios para la construcción de represas hidroeléctricas con que atender los requerimientos futuros, etc. Con el tiempo, se produjo un desfase entre la oferta y la demanda y se comenzó a incentivar la producción privada, pero no con base en estimaciones gubernamentales de la demanda a futuro, sino con la demanda a corto plazo, que solo podia suplirse con plantas generadoras a base de combustibles derivados del petróleo.
Simultáneamente, el genio de Hugo Chavez, gobernante de Venezuela, fue el haber convencido a los grandes productores del Medio Oriente a subir los precios del petróleo de maneja conjunta con Venezuela a través de la OPEP. De aproximadamente $5 por barril, los precios comenzaron a elevarse vertiginosamente, llegando hasta a mas de $100 por barril. Al día de hoy, allí andan por los $80s y $90s por barril todavía.
Estos fenómenos fueron los que terminaron de hundirnos en la vorágine del consumo de combustibles derivados del petróleo para la generación privada de energía producida a base de estos materiales, todo a precios prácticamente impagables por aquellos países con un precario grado de desarrollo como el nuestro.
Nuestros distintos gobiernos no tuvieron la visión de salirse de ese esquema de quiebra con la mayor velocidad posible. De ese entonces, ademas, de las perdidas de 40% en la transmisión y distribución de la energía generada o adquirida, ahora se sumaba el costo de generar con combustibles derivados del petróleo a precios enormemente multiplicados.
Por el contrario, no dejo de impactar tremendamente en el sistema nacional de energía el hecho de que los gobiernos, en lugar de aislar a la ENEE, dejándola a cargo únicamente de la generación y venta de la energía producida por las represas hidroeléctricas del Cajón y demás de propiedad gubernamental, lo que la hubiera mantenido como una empresa rentable hasta el día de hoy; increíblemente decretaron, más bien, que la ENEE iba a ser la empresa que distribuyera y vendiera toda la energía, tanto la propia como la privada, generada con combustibles fósiles.
Un problema trae otro. Si ahora el Gobierno se atrasa en el pago a los generadores de energía a base de combustibles y estos se ven obligados a obtener préstamos de los bancos para poder pagar dichos combustibles a sus respectivos proveedores, los generadores terminan adeudándole al sistema financiero que, a su vez, les cobra intereses y eso, por supuesto, encarece aún más el costo para la ENEE. Es asi como, tanto los generadores privados como el Gobierno, están endeudados por miles de millones y, si el Gobierno no les paga, estos no le pagan a los bancos, y allí termina la generación y se paraliza el país o se revienta al sistema financiero hondureño.
Y si el Gobierno culpa a los generadores, queriendo obligarlos a venderle a la ENEE al precio que diga el Gobierno, por otro lado, lo cual asusta a los inversionistas extranjeros, tampoco habrá inversion para arreglar el problema del 40% de perdidas.
Todo esto sin contar que la energía eléctrica, al ser en exceso onerosa para los usuarios, tanto domésticos como productivos, hace que el pais no sea competitivo, lo cual es otro gran obstáculo a la inversión y causa coadyuvante en el escaso número de empleos disponibles para la población.
Eso, por supuesto, en una de las principales causas para que los jovenes se estén yendo de Honduras.
Como se puede ver, este problema requiere de soluciones integrales porque, si no se resuelve esto, salta aquello y si no, salta lo otro.
Pero volvamos al principio: Por que estamos en la situación en que nos encontramos, con un apagón total el pasado día sábado en Honduras?
Básicamente, Honduras es un país montañoso. Asimismo, es un país tropical donde, aún en los años con menos lluvia, cae una cantidad suficiente de agua como para sobrepasar el cauce de los ríos, provocar inundaciones y grandes pérdidas y, a final de cuentas, dejamos que toda esa agua se pierda en el mar.
Ni digamos cuando caen huracanes y grandes tormentas tropicales. Casi toda esa agua se pierde. Además, causa mucho daño. El mejor ejemplo es el Valle de Sula, regado por los ríos Ulua y Chamelecon. Todos los años, los tales famosos bordos se rompen y se pierden muchísimos cultivos, se destruyen casas, se cierran negocios, se destruyen empleos, etc
Lo lógico sería entonces, hacer esas represas y, de paso generar electricidad. Esa es la energía hidroeléctrica que, por lo general, no cuesta más de 1 o 2 centavos de dólar por kwhra y que abarataría la producción, el costo de los productos, ahorraría divisas y generaría empleos.
Además, ya no habrían inundaciones. Y tendremos agua para irrigar las actividades de la agricultura, o sea, mas empleos.
Por que, entonces, preferimos seguir generando con combustibles fósiles y con 40% de perdidas, a un costo de casi $0.40/kwhra, y que ademas se inunde todo, año con año, pudiendo producirla lo más a $0.02/kwhra?
La respuesta negativa es que, hacer una represa hidroeléctrica, por lo general, toma tiempo; muchas veces, más que los cuatro años que dura un gobierno. Y los gobiernos no han querido tomarse ese tiempo y que venga el siguiente a terminar e inaugurar las obras, aunque sea para el supuesto y exclusivo mérito del último. Son inmediatistas, no ven el futuro, de ellos y de sus hijos y los nietos de ellos.
Se prefiere actuar de emergencia. Como sucede ahora. El nuevo Gobierno debió haber sabido que había un grave problema con esto de la energía eléctrica y, una de sus obligaciones para con la población, era haber tenido un equipo técnico experto en la materia, planificando como se debía proceder desde el primer día de gobierno.
Digamos que todavía no era tiempo suficiente para terminar con una represa, pero tenían que haber comenzado a realizar ese proyecto, y otro, y el siguiente. Esa es la visión de mediano o mejor aún, de largo plazo de los buenos gobiernos.
Mientras tanto, si no había suficiente capacidad para atender la demanda, tenían que haber visto como se atendería a corto plazo. Eso podía hacerse interconectándose a países vecinos, pero ya vimos que eso ya no era posible. O, comprando mas energía generada por combustible.
En la situación en que se encuentra Honduras, digamos, pocas empresas hubieran querido invertir en mas plantas generadoras con combustible o con cualquier otra cosa, más cuando el Gobierno comenzó culpando a la empresa privada de todos los males, sin que la empresa privada haya sido la que ha dirigido el pais. Esa es la función del Gobierno, no de la empresa privada y no puede venirse a culpar ahora a las empresas por lo que no hicieron o hicieron mal los gobiernos. Allí está el caso de la empresa en Guanaja, si en algo faltaba, pues se la podia demandar y seria el juez el que decretaría la pena correspondiente, en caso de juzgarla culpable. Por el contrario, el Gobierno procedio sin mas, tomándose las instalaciones por la fuerza armada o sea, prácticamente expropiando la empresa. Que forma tan dictatorial para proceder en una Republica con separación de poderes, con procedimientos de ley o que poco entendimiento de como tan fácilmente espantan la inversion en el pais, cuando pocas empresas querrían invertir su dinero en Honduras, donde no hay un mínimo de condiciones de seguridad jurídica.
Digamos, entonces, que el Gobierno vio que tenía que acudir a otra opción, como sería comprar energía temporal a generadores operados desde buques-tanque, que se conectan a un país en casos de emergencia, huracanes, catástrofes, etc.
En ese caso, lo que tenía que haber hecho el Gobierno era preparar, cuanto antes, desde el principio de su mandato, una licitación pública internacional y contratar a la empresa que, básicamente, ofreciera satisfacer temporalmente la demanda insatisfecha al más bajo costo y mejores condiciones para el país, mientras procedemos al cambio de curso, generando con nuestras montañas, nuestras represas, nuestra agua.
Resulta que ha sido hasta ahora, dos años y medio después de inaugurado, que el Gobierno contrata una empresa o sea, hasta que tenemos la soga al coello, y lo hace:
- Sin licitación.
- Basados en una negociación de un contrato ya vencido, cambiando todos los términos del contrato original, como precio, combustible usado, vigencia, etc
- Ya se sabe que va a comenzar con diésel, que es el combustible más caro para generar energía
- Y ahora busca la aprobación del Congreso
- Pretendiendo mantener el precio en secreto
El que el apagón paralizó todo el país el día sábado parece que ha sido, entonces, la manera de decirle al Congreso, ya no hay alternativa: O se aprueba, o se aprueba!
Por eso no puede calificarse menos que como un atraco, si no, una muestra de una gran incapacidad en la forma como se sigue manejando la ENEE, empresa prácticamente quebrada y cuya actividad era vital para la economía y para el pueblo consumidor y productor hondureño.
Y ojalá que comiencen a planificar y a licitar la construcción de las represas hidroeléctricas!
