
El estadio Morazán fue testigo de un clásico moderno lleno de emociones, velocidad y jugadas que pusieron a prueba a los arqueros de España y Olimpia. Desde el arranque, Nixon Cruz se destacó por su manejo del balón y sus intentos de gol, pero la defensa catracha y el portero Arboleda estuvieron atentos para mantener la portería invicta.
Jhow Benavides también tuvo su oportunidad tras un error en la salida de Olimpia, pero su disparo se fue desviado. La intensidad se mantuvo durante todo el partido, con choques, empujones y amonestaciones que reflejaron la pasión de ambos equipos. Cada pase, cada pared y cada recuperación generó un espectáculo que mantuvo a la afición al borde del asiento.
Las ocasiones más claras llegaron por las combinaciones rápidas y los mano a mano, como los protagonizados por Benguche y Jerry Benson, que casi logran abrir el marcador. Sin embargo, los arqueros se convirtieron en salvavidas del partido y el cero se mantuvo en el marcador.
Tras noventa y cinco minutos de lucha constante, el árbitro Said Martínez decretó el empate, dejando registrado el primer 0-0 del Apertura y un clásico que, aunque sin goles, dejó claro el corazón y la entrega de ambos equipos.









