Estados Unidos oficializó un acuerdo mediante el cual Honduras funcionará como centro especial de recepción y procesamiento de migrantes de cualquier parte del mundo.
A partir de ahora, todos los migrantes serán atendidos en territorio hondureño y, quienes califiquen para asilo, serán enviados directamente a Estados Unidos.
La medida ha generado impacto en la región, ya que redefine la relación entre ambos países y posiciona a Honduras como un punto clave en la política migratoria del continente.