
En un acto de justicia contundente, la ley salvadoreña ha sentenciado a 130 años de prisión a 16 pandilleros de la MS-13 por el brutal asesinato de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero Toledo.
Los jóvenes fueron interceptados en 2021 por criminales que, con total crueldad y premeditación, les arrebataron la vida y ocultaron sus cuerpos en una zona rural. Sin embargo, la impunidad terminó. El Tribunal determinó que estos asesinos actuaron con plena conciencia de su maldad.

Esta histórica condena envía un mensaje claro: el Estado no tolera la barbarie. A estos criminales no les alcanzará la vida para pagar por el dolor causado, reafirmando que hoy, en El Salvador, la justicia llega con todo su peso para proteger a las familias.