
Con el rostro marcado por el cansancio, pero con la determinación intacta, el padre Leopoldo Serrano prosiguió este domingo su recorrido desde la carretera del occidente del país con destino a Tegucigalpa, en un acto simbólico de sacrificio y fe para pedir por la paz y la democracia en Honduras.
El sacerdote, reconocido por su constante labor en favor de los más necesitados, avanza paso a paso bajo el intenso sol, llevando consigo un mensaje que busca llegar a todos los rincones del país: la necesidad urgente de diálogo entre los candidatos presidenciales para encontrar puntos de consenso que fortalezcan la unidad nacional.
Su recorrido no solo es una muestra de compromiso personal, sino también un llamado a la reflexión para todos los sectores políticos y sociales. En un contexto nacional marcado por la polarización, la voz del padre Serrano resuena como un recordatorio de que la reconciliación y la construcción de consensos son pilares fundamentales para el desarrollo del país.
La llegada del padre Leopoldo a Tegucigalpa se prevé en los próximos días, y su caminar ya se ha convertido en un símbolo de esperanza para quienes creen que, a través del diálogo y la voluntad de servir, Honduras puede forjar un futuro más justo y pacífico.








