

La tormenta tropical Wipha azotó el sur de China y regiones cercanas del sudeste asiático durante el fin de semana, dejando a su paso una estela de afectaciones que incluyen evacuaciones masivas, interrupciones en el transporte aéreo y daños materiales considerables.
Con vientos sostenidos que alcanzaron los 167 kilómetros por hora, Wipha tocó tierra en la provincia de Cantón, obligando a las autoridades locales a evacuar a más de 660,000 personas como medida preventiva. Las intensas lluvias provocaron inundaciones en áreas urbanas y rurales, así como el cierre temporal de carreteras, puertos y líneas ferroviarias.
Hong Kong, uno de los puntos más afectados, registró la caída de árboles, suspensión de vuelos y servicios de ferry, y la interrupción parcial de sus actividades económicas. Las autoridades emitieron alertas meteorológicas que mantuvieron en vilo a la población durante varias horas.
En Filipinas, Wipha también causó estragos antes de dirigirse al continente asiático. Se reportaron al menos tres personas fallecidas y miles de desplazados, mientras brigadas de rescate continúan evaluando los daños en zonas de difícil acceso.
Aunque Wipha ha comenzado a degradarse en su desplazamiento hacia el interior, los organismos de socorro advierten sobre el riesgo de deslizamientos de tierra y crecidas súbitas en áreas montañosas. Equipos de emergencia permanecen en alerta para brindar asistencia y restablecer los servicios básicos en las regiones más afectadas.








