
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que duplica los aranceles a las importaciones de acero y aluminio del 25% al 50%.
La medida, que entrará en vigor este miércoles, aumenta los impuestos a la importación de estos metales —insumos clave para todo tipo de productos, desde automóviles hasta alimentos enlatados— por segunda vez desde marzo.
Trump ha afirmado que la medida busca asegurar el futuro de la industria siderúrgica estadounidense.
Sin embargo, los críticos afirman que estos aranceles podrían causar estragos en los productores de acero fuera de Estados Unidos, provocar represalias de los socios comerciales de Washington y tener un coste muy alto para los usuarios de estos metales.
Horas antes de que Trump aumentara los aranceles, muchas empresas directamente afectadas apenas podían creer que el plan avanzara, esperando que resultara ser algo temporal o una especie de estratagema negociadora.






